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La sisifemia, aunque no reconocida oficialmente por la RAE, es un término que se está utilizando cada vez más para describir un fenómeno preocupante en el entorno laboral. Este concepto ayuda a entender el tipo de agotamiento laboral que sienten aquellos cuyo trabajo parece no tener fin ni fruto, una lucha constante que recuerda al castigo eterno de Sísifo en la mitología griega.
Sísifo, una figura prominente en la mitología griega, es conocido por su castigo eterno impuesto por los dioses.
Fundador y rey de Éfira (posteriormente conocida como Corinto), Sísifo fue célebre no solo por su astucia y engaño, sino también por su habilidad para engañar a la muerte dos veces, lo que provocó la ira de los dioses. Como castigo por sus acciones y su desafío hacia ellos, fue condenado a empujar una enorme roca cuesta arriba por una pendiente, solo para ver cómo esta volvía a caer una y otra vez cuando alcanzaba la cima, repitiendo este ciclo para toda la eternidad.
La historia de Sísifo se utiliza a menudo como una metáfora del esfuerzo inútil y la desesperanza, aspectos centrales en el concepto moderno de sisifemia.
Este mito captura la esencia del desgaste y la frustración que muchos trabajadores experimentan en sus empleos, especialmente cuando sienten que su trabajo es repetitivo, no tiene fin y carece de significado o reconocimiento.
Al igual que la roca que Sísifo empuja sin cesar cuesta arriba, las responsabilidades y expectativas laborales pueden parecer siempre al borde de ser superadas, solo para volver a acumularse, lo que lleva a un ciclo de esfuerzo sin recompensa ni conclusión.
La sisifemia representa un estado crónico de agotamiento y desilusión en el ámbito laboral que se manifiesta en síntomas de frustración persistente y estancamiento. Aunque no está oficialmente reconocida en manuales de diagnóstico, su relevancia se hace cada vez más palpable en estudios y discusiones sobre la salud mental en el trabajo.
La sisifemia se manifiesta de manera particular en ambientes laborales que imponen altas demandas con poca recompensa o reconocimiento, y aún menos autonomía para los empleados.
Este fenómeno puede ser críticamente debilitante, afectando no solo el rendimiento laboral, sino también el bienestar general del trabajador.
Los síntomas principales se extienden más allá de la fatiga y el cinismo, penetrando en varias dimensiones de la vida del empleado. Vamos a verlos con más detalle a continuación:
Fatiga crónica: Es uno de los signos más evidentes de la sisifemia, donde el agotamiento no se limita al plano físico. Los trabajadores reportan sentirse drenados emocional y mentalmente, una condición que no se alivia incluso después de descansar. La fatiga crónica afecta la concentración, la creatividad y la eficiencia en el trabajo.
Cinismo hacia el trabajo: Este síntoma se manifiesta como una actitud de indiferencia o incluso desprecio hacia las tareas laborales y a veces hacia los compañeros o clientes. Los empleados pueden comenzar a cuestionar el valor de su trabajo y su contribución a la organización, lo que puede llevar a un compromiso laboral disminuido y una moral baja.
Sensación de estancamiento: Los empleados sienten que no importa cuánto esfuerzo apliquen, sus tareas parecen no tener un final ni un impacto significativo. Esta percepción de inutilidad puede desmotivar y llevar a la persona a cuestionar su carrera profesional y objetivos personales.
Además de estos síntomas principales, hay otros indicadores de sisifemia que pueden ayudar a reconocer esta condición con mayor claridad:
Ansiedad y estrés: El constante estrés laboral de sentirse atrapado en un ciclo interminable puede resultar en niveles altos de ansiedad. Los trabajadores pueden experimentar preocupación constante, nerviosismo y tensión, lo que a su vez puede afectar su salud física.
Problemas de sueño: La dificultad para desconectar del trabajo y el estrés continuo pueden interferir con los patrones normales de sueño, resultando en insomnio o sueño de mala calidad. Esto puede crear un círculo vicioso donde la falta de sueño aumenta el agotamiento y reduce la capacidad para manejar el estrés del día siguiente.
Disminución del desempeño laboral: A medida que los trabajadores se sienten más desmotivados y menos capaces de cumplir con sus responsabilidades, es común observar una caída en la productividad y la calidad del trabajo. Esto puede ser especialmente frustrante para alguien que antes se desempeñaba a un nivel alto.
Desapego emocional: Los trabajadores pueden comenzar a sentirse desconectados de sus emociones y reacciones, actuando de manera automática tanto en el trabajo como en su vida personal. Este desapego puede afectar las relaciones interpersonales y la capacidad de disfrutar de la vida fuera del trabajo.
La sisifemia no solo se manifiesta de forma aislada, sino que también comparte una conexión intrínseca con otros trastornos comunes del ámbito laboral, como el estrés laboral, el síndrome de burnout y el síndrome del impostor.
Este vínculo nos ayuda a entender mejor cómo diferentes factores estresantes en el entorno de trabajo pueden entrelazarse y exacerbarse mutuamente, afectando profundamente la salud mental y física de los empleados.
A continuación, exploramos cómo la sisifemia se relaciona con estos síndromes, destacando la importancia de abordar estos problemas de manera integral para promover un ambiente laboral más saludable y productivo.
La sisifemia puede considerarse una forma avanzada de estrés laboral donde el individuo se siente abrumado por las demandas del trabajo hasta el punto de perder la motivación y el propósito.
Al igual que en el burnout, quienes padecen de sisifemia experimentan agotamiento emocional y despersonalización, pero con un énfasis particular en la falta de resultados perceptibles y la repetición tediosa de tareas.
Existe una conexión aquí también, con el síndrome del impostor, ya que los individuos pueden comenzar a dudar de sus capacidades y a sentir que no merecen su posición, a pesar de sus logros.
Una de las consecuencias más desafiantes de la sisifemia es la dificultad para tomar decisiones y la gestión ineficaz del tiempo.
El desgaste continuo puede llevar a la procrastinación, a la indecisión y a un manejo del tiempo poco eficiente, lo que agrava aún más la sensación de estar atrapado en un ciclo infructuoso.
En Acalia, entendemos los desafíos que enfrentan aquellos atrapados en el ciclo de la sisifemia. Nuestros servicios de coaching online están diseñados para ayudar a los profesionales a recuperar el control de su vida laboral.
La sisifemia es una llamada de atención sobre la importancia de la salud mental en el ámbito laboral. Es esencial que tanto empleados como empleadores reconozcan los síntomas y tomen medidas proactivas para abordar este fenómeno.
Con el apoyo adecuado, como el que ofrecemos en Acalia a través de nuestro coaching personal online, los individuos pueden superar el desgaste de la sisifemia y encontrar un camino más gratificante y sostenible hacia el éxito profesional.