Vivimos en una época donde estar ocupada es casi un símbolo de estatus. Saltamos de una tarea a otra, respondemos mensajes mientras trabajamos, cocinamos mientras escuchamos un podcast, y muchas veces creemos que cuanto más hacemos a la vez, más productivas somos. A esta forma de funcionar se le llama multitasking, y aunque el término suena moderno y eficiente, cada vez más estudios señalan que en realidad puede estar afectando nuestro bienestar, nuestra concentración y nuestra salud mental.
En este artículo exploramos si el multitasking realmente es posible en las personas, qué efectos tiene, cómo distinguir entre multitarea y cambio de foco rápido, y cómo el coaching puede ayudarte a reconectar con una forma más saludable y efectiva de relacionarte con tus tareas.
El multitasking o multitarea se define como la capacidad de realizar varias actividades al mismo tiempo. Pero en realidad, lo que nuestro cerebro hace no es ejecutar dos tareas complejas simultáneamente, sino alternar rápidamente entre una y otra.
Este cambio constante de foco tiene un coste: mayor esfuerzo cognitivo, más errores y una sensación de agotamiento mental al final del día.
👉 Por ejemplo: puedes caminar y hablar por teléfono al mismo tiempo, porque una de esas actividades es automática. Pero no puedes escribir un informe mientras respondes un email complejo sin que tu atención se vea fragmentada.
La ciencia ha demostrado que el cerebro humano no está diseñado para realizar múltiples tareas cognitivamente demandantes a la vez. Lo que parece multitasking es en realidad “task switching” o cambio de tarea rápido, y este cambio requiere que tu cerebro «reinicie» constantemente su atención.
Esto genera una pérdida de eficiencia, ya que tardas más en cada tarea de lo que tardarías si te concentraras en una sola. También aumenta la propensión a errores y la sensación de saturación o estrés mental. Además, disminuye tu creatividad y capacidad de análisis profundo, porque el pensamiento fragmentado impide conectar ideas o tomar decisiones desde una mirada más global.
Además, el esfuerzo que implica volver a centrarte cada vez puede agotar tu energía mental antes de tiempo, llevándote a terminar el día con la sensación de no haber hecho nada bien del todo.
Hay muchas razones, tanto externas como internas. Por ejemplo, vivimos en una cultura de la inmediatez, donde estamos hiperconectadas y expuestas constantemente a notificaciones, interrupciones y demandas. A esto se suma la autoexigencia que nos hace sentir que deberíamos ser capaces de con todo, sin parar, sin descanso. Y también el miedo a no ser suficiente, que nos lleva a creer que hacer muchas cosas a la vez nos hace más valiosas o más capaces.
Pero lo cierto es que esta forma de funcionar a largo plazo suele llevar a la fatiga, al bloqueo y al deterioro de nuestro bienestar.
Mantener un estilo de vida basado en el multitasking no solo afecta tu productividad en el día a día, sino que también tiene un impacto profundo en tu bienestar a largo plazo. La sobreestimulación constante puede alterar tus niveles de ansiedad, reducir tu capacidad de disfrute y hacerte sentir mentalmente agotada incluso en días aparentemente “normales”.
Además, mantener este ritmo de funcionamiento fragmentado puede generar una baja en la autoestima: cuando sientes que no estás haciendo nada bien del todo, es fácil caer en pensamientos de insuficiencia o frustración. También dificulta el descanso real, ya que incluso en los momentos de pausa, la mente sigue activa, enganchada a la siguiente tarea o pendiente de lo que queda por hacer.
Eventualmente, este estilo de vida puede contribuir al desarrollo de síntomas relacionados con el burnout, deteriorar tu concentración, afectar tu memoria y alejarte de una conexión genuina contigo y con los demás.
En coaching para Burnout trabajamos no solo con lo que haces, sino con desde dónde lo haces.
El coaching puede ayudarte a clarificar tus prioridades y valores para que sepas dónde enfocar tu energía de forma más coherente. También te permite identificar las creencias que sostienen tu autoexigencia y diseñar una manera de trabajar que esté más alineada con tu ritmo real. Además, te ayuda a recuperar la conexión con tu cuerpo y tus emociones para que puedas reconocer antes las señales de saturación y prevenir el desgaste.
En Acalia acompañamos este tipo de procesos desde una mirada amable y realista. No se trata de que seas «más productiva», sino de que vivas y trabajes desde un lugar más consciente, sostenible y conectado contigo.
No, el multitasking real no es posible cuando se trata de tareas complejas o que requieren atención. Y seguir esforzándote por hacerlo todo a la vez solo te aleja de ti.
Hacer una cosa cada vez no es lentitud: es presencia. Y recuperar tu presencia es una de las formas más poderosas de cuidar tu energía, tu enfoque y tu bienestar.
📍 En Acalia te acompañamos a salir del piloto automático y volver a un modo de vivir (y trabajar) que tenga sentido para ti. A tu ritmo.
Recuerda que puedes reservar tu primera sesión de Coaching totalmente gratuita, y sin compromiso, a tu disposición.