El coaching se ha convertido en una herramienta poderosa para el desarrollo personal y profesional. Sin embargo, su crecimiento ha venido acompañado de críticas y escepticismo, especialmente debido a la falta de regulación y la proliferación de coaches sin formación adecuada. Muchas personas dudan de su efectividad y llegan a preguntarse si el coaching es una farsa.
Parte de estas dudas surgen porque, a diferencia de otras profesiones, el coaching no está regulado en muchos países, lo que ha permitido que personas sin preparación ofrezcan servicios sin los principios éticos adecuados. La ética en el coaching es fundamental para garantizar que esta disciplina sea una práctica profesional, efectiva y respetuosa con el cliente.
En este artículo, exploraremos qué significa la ética en el coaching, los principios clave que todo coach profesional debe seguir y cómo identificar a un coach que trabaje con integridad. Además, veremos cómo en Acalia nos aseguramos de ofrecer un coaching basado en principios éticos sólidos.
La ética es la base que sostiene cualquier práctica profesional y el coaching no es una excepción. Un coaching sin ética puede llevar a manipulación, promesas vacías y prácticas poco responsables, dañando la confianza del cliente y afectando la credibilidad de toda la profesión.
Es por ello que las organizaciones de coaching más importantes, como la International Coaching Federation (ICF), han establecido códigos de ética para asegurar que los coaches actúen con integridad y profesionalismo.
Todo coach profesional certificado, es decir, un coach de verdad, debe seguir los siguientes principios éticos fundamentales:
Un coach ético debe garantizar que toda la información compartida en las sesiones se mantenga en estricta confidencialidad. Esto fomenta la confianza y permite que el cliente se exprese libremente sin miedo a juicios o filtraciones.
El coaching NO es una charla motivacional. Un coach profesional debe haber recibido formación certificada en metodologías de coaching, herramientas de trabajo y técnicas adecuadas para acompañar a sus clientes.
📌 Cómo identificar un coach profesional:
El coaching no consiste en decirle al cliente qué hacer, sino en facilitar su proceso de autodescubrimiento a través de preguntas poderosas y otras metodologías específicas del Coaching, como el Método GROW.
Un coach ético no impone su visión ni ofrece asesoramiento como si fuera un experto en todas las áreas de la vida del cliente. Y, por supuesto, no diagnostica ni trata problemas de la salud mental. Es decir, el Coaching no es terapia.
Un coach ético nunca debe fomentar que el cliente dependa de él para tomar decisiones. El objetivo del coaching es que la persona gane autonomía y herramientas para gestionar su vida por sí misma.
🔹 Señal de alerta: Si un coach te dice que “sin él no puedes avanzar”, es una práctica poco ética ya que, seguramente, lo busque sea «sacarte» más dinero.
Un coach debe ser claro sobre lo que puede y no puede ofrecer. Esto implica definir desde el principio:
✅ Qué es el coaching y qué no es.
✅ Qué se puede lograr con el proceso y qué depende del cliente.
✅ Qué herramientas se van a utilizar.
El coaching es una herramienta transformadora cuando se practica desde el compromiso, la formación y el respeto por el proceso del cliente. Sin embargo, la falta de regulación ha dado lugar a una avalancha de personas que se presentan como coaches sin la preparación adecuada, lo que genera desconfianza y confusión en torno a esta profesión.
Por eso, es fundamental reivindicar el coaching de verdad: aquel que se basa en una metodología clara, que promueve la autonomía, respeta la confidencialidad y pone al cliente en el centro, sin promesas vacías ni fórmulas mágicas.
En Acalia, trabajamos desde esa mirada. Creemos en un coaching ético, profesional y humano, que acompaña de verdad y que genera cambios reales y sostenibles. Si alguna vez has dudado del coaching, te invito a que lo experimentes en Acalia.
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